Mi esposa, Lisa, es médica y su vida es un no parar. Me ha comentado que busca una forma de expresión creativa, pero nunca tiene tiempo para empezar nada complicado. Vi el tambor de lengua de acero Hluru y me atrajo su aspecto único y sereno. Pensé que valía la pena intentarlo.

El diseño es absolutamente impresionante; parece una obra de arte en la mesa del salón. Lo que más me sorprendió fue lo intuitivo que es tocarlo. En pocos intentos, ya estaba creando sonidos hermosos y etéreos. Se ha convertido en nuestro pequeño ritual. Después de cenar, solemos sentarnos juntos y turnarnos para tocar, simplemente disfrutando del suave y resonante zumbido del tambor. Es una forma para que ella se desconecte y para que nosotros nos reconectemos. Es el regalo más considerado que podría haberle dado.

María estaba pasando por un momento muy difícil tras una ruptura. Quería enviarle algo que le transmitiera cariño, pero que también le diera algo en qué concentrarse además de su tristeza. Elegí la mini kalimba. Su pequeño tamaño y su bonito acabado la hacían parecer menos un instrumento formal y más un pequeño y relajante objeto.

Unos días después me envió un video donde se la veía tocándolo. Me dijo que era lo mejor que le podía haber enviado. Lo guarda en su mesita de noche y lo toca cada vez que se siente ansiosa. Me contó que las notas sencillas y claras son una distracción perfecta y un hermoso recordatorio de nuestra amistad. Es un pequeño regalo que marcó una gran diferencia.

Para el 60 cumpleaños de mi madre, quería un regalo tan elegante y atemporal como ella. Le encanta la música clásica, pero siempre ha dicho que es demasiado mayor para aprender a tocar un instrumento nuevo. Cuando vi el arpa lira, supe que era el regalo perfecto. Su artesanía es impresionante y su sonido, sencillamente divino.

Se lo di con la partitura y se emocionó muchísimo. Al principio dudaba, pero con unas cuantas lecciones de un tutorial, ahora le encanta. Me dice todos los días la alegría que le produce. No es solo un instrumento; es una nueva pasión, un nuevo comienzo. Es un recordatorio de que nunca es tarde para aprender algo hermoso. Gracias, Hluru, por crear una pieza tan mágica.